lunes, 3 de noviembre de 2008

Por la Sierra Norte en Bici de Montaña

Son la seis de la mañana, como sigo cojo no estoy levantado para ir a una carrerita popular, esta vez me he apuntado a una locura de otro calibre, “La VII edición de la maratón de la sierra norte” en MTB organizada por el club Karacol.

Son 85 Km por la sierra norte de Madrid en un entorno que se supone precioso ( lo de se supone no es por que no lo sea, es por que yo no me fije mucho en eso) con un perfil con un desnivel acumulado de 2000 metros y desgraciadamente para mí con unas cuestas del copon verbenero.









Navegando por Internet me entere de esta locurilla y me apunte, mi mayor preocupación no eran las cuestas arriba ni los Kilómetros sino lo que en el mundillo del MTB se llama la parte técnica y que más o menos consiste en pasar con la bici por sitios que ni las cabras.

Una vez apuntado me avisaron que esta maratón en particular era bastante “técnica” pero de perdidos al río, convencí a un chaval del curro para que me acompañase y aquí estoy levantado con todo preparado que no es poco y esperando al colega ya que he quedado con él en casa para ir juntos hasta la Cabrera que esta a unos 70 Km de casa.

Si ya para una maratón a pie hay que preparar un montón de cosas ( zapatillas, calcetines, vaselina, glucosa...), cuando se va en Bici las cosas se complican un poco mas, hay que preparar la Bici, revisar los frenos, el cambio, la amortiguación, llevar los guantes cortos y los largos, las gafas, las mayas, las zapatillas, el mallot de manga larga el de manga corta porsiaca, el chubasquero, las barritas energéticas, las cámaras de repuesto..... Vamos un sinfín de cosas que te tienen que caber en un mochilita ridícula.

A las 7:00 el Guille ( así se llama mi compañero del curro) aparece puntual, meto su bici en el coche, la mía ya esta en la baca, y partimos hacia La Cabrera comentado lo locos que estamos, de hecho ya en las Rozas esta lloviendo.

Por la N I ya nos damos cuenta que no somos los únicos locos, en Madrid uno enseguida se da cuenta que hay gente pa to, se ven bastantes coches con Bicis en la misma dirección que nosotros.

Aparcamos en la Cabrera y nos dirigimos al Polideportivo a recoger el dorsal. Todo esta muy bien organizado y recogemos el dorsal rápidamente, y eso que para hacer estas cosillas te exigen federarte por un día para tener un seguro y a pesar de esto te obligan a firmar un documento eximiendo a la organización de cualquier responsabilidad en caso de que te despanzurres por el camino. Con el dorsal nos regalan un mallot cojonudo y nos vamos más contentos que unas pascuas al coche a por las bicis.

Sacamos las bicis y nos preparamos para empezar, llueve que da gusto así que mallot de mana larga y chubasquero, las gafas se me empañan y se llenan de gotas pero siguiendo el consejo de Guillermo no me las quito, según él acabaremos de barro hasta las cejas.

DE LA CABRERA AL PRIMER AVITUALLAMIENTO.

La salida es a las 9:00 desde el polideportivo nos colocamos prudentemente a la cola del grupo, si algo he aprendido en las carreras multitudinarias es que si te colocas demasiado delante corres el riesgo de que te atropellen y demasiado detrás solo te puede traer la alegría de ir adelantando gente, de todas formas no tenemos en mente el ganar esta competición.

Sigue lloviendo, se da la salida neutralizada hasta la salida del pueblo, aunque no veo yo la diferencia, saliendo de la cabrera nos damos cuenta de que la lluvia a echado para atrás a un buen numero de participantes que siguen con sus bicis subidas en los coches.

Nada mas salir de la cabrera nos metemos por un sendero estrecho que obliga a hacer ejercicios de equilibrios al estar todavía todos pegados, rápidamente se ensancha el sendero y cuesta abajo el pelotón se alarga permitiendo velocidades interesantes, me dedico a seguir a Guillermo y las rodadas de los que tengo delante, el camino es fácil hasta Navalfuente, voy feliz, después de Navalfuente empieza la subida pero el sendero es ancho así que aprieto.

Las cuestas arriba se me dan bien pero mi gemelo que derecho que de vez en cuando me da un aviso me recuerda que esta ahí, así que aflojo y dejo pasar a Guillermo en cuanto se me paso vuelvo a apretar y llego a una zona de falsos llanos para llegar a la peor trialera que me he llevado a la bici , así que pie a tierra que no soy el único y mirando hacia atrás no vaya a ser que me atropelle alguno de los valientes que se tiran pendiente abajo por entre las rocas. Aquí empiezo a aprender lo que son las zonas técnicas, las bajadas son suicidas aunque alguna la intento y de hecho la sensación de sorpresa por conseguir pasar por donde pensaba no podría pasar es alucinante.

Las cuestas arriba son complicadas no ya por la pendiente si no por las rocas, piedras arroyos raíces y todo lo que hay en el campo, desde luego no es lo mismo subir en asfalto que por la montaña. Pero lo peor son las bajadas la tensión en los brazos es la leche hay que bajar de pie sobre los pedales y intentar controlar la bici entre pedriscos que te hacen saltar aunque no quieras, lo único que impide que pierda el contacto con los pedales es que llevo automáticos pero claro a su vez esto significa que cuando me caigo tengo el riesgo de no sacar el pie a tiempo.

Entre subidas bajadas senderos pedruscos, saltos llego al primer avituallamiento, Guillermo lleva esperándome diez minutos, pero es que el no pone el pie en el suelo en ninguna bajada, plántanos naranjas higos secos agua e isotónico, cojonudo, también nos dan agua para intentar aligerar de barro el cambio y los platos, la gente comenta sus experiencias. Mientras comemos algo y nos quitamos el chubasquero llega una que ha partido el desviador trasero, un Shimmano XTR, mas de 100 euracos, estas cosa pasan.

DEL PRIMER AVITUALLAMIENTO AL SEGUNDO.

Otra vez a la bici. Se sale del avituallamiento por una senda estrecha y el de adelante me obliga a frenar demasiado, una vez adelantado el obstáculo comienza una subida entre rocas que obliga a apretar los dientes, en una roca no me entra la marcha y el esfuerzo con las patas hace que me de un tirón en el cuadriceps. Lo de los cuadriceps es algo nuevo para mí cuando corres los tirones suelen ser en otras partes. Me paro y es peor el calambre es jodidillo se pasa a los pocos minutos estiro y sigo pero ahora no solo me fastidian las bajadas sino que en las subidas se me ponen los muslos como piedras.


Paso unos momentos malos en la siguiente subida, intento llamar a l móvil a Guillermo para decirle que me retiro, pero entre que no me lo coge y que el 80% de la gente a mí alrededor sube la cuesta andando, me animo y sigo con el tema.

Desde ese momento los calambres en los cuadriceps serán constantes, pero esto de la bici es mas light que lo de correr, se puede seguir pedaleando con calambres eso si las cuestas arriba por donde hay muchos pedruscos las hago con mucha prudencia por que lo que mas duele es quedarse a medio trepar por una roca con un calambre en una pata.

Al trantran de charla con los que me rodean llego a Bustarviejo, la gente que me rodea va mas o menos como yo, aunque alguno hay que se ve no disfruta del paseo, Yo prefiero tomarme esto con humor al fin y al cabo es la primera vez que hago algo así y con pasar una mañanita agradable ( mira que soy masoca) es suficiente.

Saliendo de Bustarviejo cruzamos una carretera, como siempre la organización tiene muy controlado este tipo de cruces, me preguntan que tal voy y respondo que con calambres, me dice el colega que si quiero me puedo quedar con ellos, ni de coña llevo mas de 10 Km con calambres y no es para tanto. Eso si ya he decidido que cuando llegue al segundo avituallamiento cortare por el atajo, mas que nada por que la hora de corte son las 13:30 y me temo que no llegare a tiempo.

La niebla cubre la montaña subiendo el medio celemin ( menos mas que no subimos el entero) voy tranquilo, sin prisas, notando mis piernas y con prudencia para evitar tener que parar a estirar cosa que tendré que hacer un par de veces más.

Subiendo veo a Guillermo que ha pinchado y esta cambiando la cámara, esta con un chaval que parece tiene también calambres en las piernas y algún problema técnico con el desviador trasero que le impide mover los piñones. Me paro con ellos y nos reímos un poco viendo como se me mueven solos los cuadriceps como si fueran blandiblu.

Sigo Subiendo tranquilo pero sin pausa, y las bajadas las hago encima de la bici, por aquí aunque hay piedra suelta al menos no hay muchas trialeras.

Me cruzo con gente recogiendo setas, Me estoy quedando solo, no veo a nadie de la carrera ni delante ni detrás, me da a mí que los que iban detrás de mi han optado por dejarlo.

Esta impresión se confirma cuando echo la mirada hacia atrás y veo a uno con el mallot del club Karacol que pasa recogiendo los plásticos que marcan el recorrido.
Me pregunta que tal voy, me dice que hay mas compañeros suyos detrás pero que efectivamente soy el ultimo. Hay estoy yo con un par, el caso es que lo único que queda para llegar al segundo avituallamiento es una pendiente hacia debajo de agarrate que hay curva.

Los dos últimos de la organización son un hombre y una chica muy majos, no me meten prisa en absoluto, pero les pido que me pasen, que yo voy a mi ritmo, la chica me pregunta si lo de las bajadas es por miedo o por los calambres, le digo que más miedo que otra cosa, que no me siento seguro.

El truco en las bajadas según me cuentan es soltar los frenos, seguir las rodadas y solo frenar a tope cuando se quiera parar; pero esto para mí es inalcanzable, lo intento un par de veces, y el resultado es que me embalo acabo por no poder ver a tiempo por donde debo ir y cuando quiero frenar no consigo que la bici se clave. Lo ultimo en su momento pensaba que era por llevo frenos V en vez de los modernos de disco, luego ( ya en casa una semana mas tarde) veré que es que me había comido las zapatas de los frenos traseros y las de adelante tampoco andaban muy bien, vamos que iba casi sin frenos.

Al final llego al siguiente avituallamiento mas de 50 Km por el monte estoy contento.

En el Avituallamiento casi no queda nada, me esta esperando Guillermo y el chico de los calambres y la gente de la organización, todos majísimos, la chica me había descrito como un “chaval” que iba muy mal, me parto le digo que no estoy tan mal que es mas que no se me dan bien las bajadas, lo que no le digo es que de chaval ya tengo poco.

Me dicen que si quiero ir en furgoneta y les digo que eso seria como un fracaso absoluto, que no que yo tiro por el atajo, que hago la corta o mejor la menos larga pero yo llego en Bici a mi coche como esta mandao.

Unos platanitos y por el atajo que nos vamos. Tiro detrás de la chica de la organización que lleva un ritmo muy asequible. Me ayuda el seguir a alguien con mas experiencia por que voy justo por donde ella.

CORTANDO HACIA LA CABRERA

El atajo es mas bien llano, divertido por lo de ir por medio del campo, pero no muy exigente, algún repechito para llegar a una carretera por la que hay que ir por el arcen con cuidadin, para coger un camino asfaltado, cuesta arriba en la que paso a algunos ciclistas que no son de la carrera ( se ve por la ausencia de barro).

Para terminar un sendero estrecho cuesta abajo en el que hay que tener mucho cuidado para no acabar tirado en unas zarzas y llego a un cruce con una carretera donde un señor zampándose un bocata me dice que me faltan 9 Km. Yo me quedo pasmado, pero que dice el tío este!!!! Si en teoría desde el avituallamiento a La Cabrera hay unos 10Km y hace un rato pase un cartel de la organización diciendo que solo faltaban tres. Un Guardia Civil me dice que por la carretera son tres escasos y sin mucho peligro, le pregunto al del bocata que como es lo que queda por el camino y me dice que hay un trialera, eso me hace decir por la carretera y en poco estoy ya en la meta, eso si me he saltado la ultima cuesta abajo con peligro que de todas formas habría hecho andando.

META

Nada mas llegar al polideportivo veo por donde llegan los de la carrera, hay una cola considerable para limpiar la bici. Me pongo a la cola, no tengo hambre y eso que son mas de las tres de la tarde, al poco llega Guillermo que ha hecho la corta oficial y viene quejándose de la ultima trialera.

Desde luego un maratón en Bici incluso siendo de montaña no es tan duro como uno corriendo, la prueba es que podemos estar de pie en una cola sin problemas. Le damos un mangerazo a las bicis, lo justo para no poner el coche perdido y entramos al polideportivo que parece que van a rifar unas cosillas. Mira por donde me toca una bolsa con unas gafas un porta herramientas para la bici y unos calcetines.

Cojo el coche y para casa. En resumen, tengo mucho que aprender antes de volver a intentar una de estas, pero me lo he pasado pipa, he hecho 65 Km en 6 horas y 15 minutos, y lo mejor es que no me he partido la crisma.

Hasta la próxima.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jordan.-

Pues me alegro de que hayas salido vivo y de que te haya gustado.Describes perfectamente las sensaciones de calambres y tirones,todos hemos pasado por ello.

Lastima que me lo perdiera,pero no puede ser todo.

Saludos.

Anónimo dijo...

Jordan ,

que gusto leerte por aqui.

La verdad es que lo que no me gusto fue lo de las bajadas,

pero luego me di cuenta que al final me habia quedado sin frenos :-)))

y la horquilla la llevaba defectuosa . Luego me la tubieron que cambiar .

Vamos que pa haberme matao :-))))