viernes, 20 de junio de 2008

MAquinas infernales


Castigado como estoy penar en el gimnasio hasta que mi rodilla me indulte , tres veces por semana hago uso de una maquina infernal que llaman elíptica.


La verdad es que esta siendo de gran utilidad , me ayuda a sudar como un perro y no perjudica mis maltrechas articulaciones , pero tanto esta maquina como la bici estática tienen un fallo para mi imperdonable.


En la cinta , corriendo , ocurre lo que todo deportista quiere que ocurra a mas esfuerzo mas rápido y mas lejos, al subir la velocidad de la cinta debemos esforzarnos mas y ese esfuerzo viene recompensado de la manera adecuada , si corremos el mismo tiempo hacemos mas kilometros y si corremos los mismos kilometros los hacemos en menos tiempo , vamos lo que la lógica nos indica.

Pero no ocurre así con la bici estática , al incrementar la resistencia de la misma , la velocidad disminuye aunque me esfuerzo mas , justo al reves de lo que pasa con mi MTB cuando voy por la calle. Vamos a ver si subo el plato y bajo el piñón ( es decir incremento la resistencia) incremento la velocidad. La bici estática es así de agradecida , y ademas no acabo de entender como decide la maldita bici que desarrollo llevo o si voy en una MTB o en una de carretera.

Lo de la Elíptica ya es para nota, ¿como a partir del movimiento que hago encima de esa maquina decide esta la velocidad con la que me desplazo? Vamos que en 40 minutos , sudando como un perro , la maldita maquina me dice que solo he avanzado 2,7 Km .

Así es el gimnasio , no hay posibilidad de mejora , no hay marca que batir , no hay objetivo que alcanzar.

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